Ella arañó la calle. El tequila escaseaba y llenaba la
botella de sueños rotos. Siempre había sido una mujer fuera de lo normal, pero
en los tres últimos meses se había convertido en la gata de los tejanos,
algunos aseguraban haberla oído maullar a la luna en las frías noches de Febrero. Siempre de negro, con medias rotas y pelo
oxigenado. Siempre llevaba el rímel corriendo, delatando el camino de sus
lágrimas, y sus labios siempre estaban hinchados, usados por aprovechados de la
locura de V. Era una inservible muñeca de trapo, con el corazón guardado en
alguna esquina de la calle de al lado. No decía nada coherente, sus labios solo
murmuraban sonidos de bebé, hay veces que iba gateando, porque no se acordaba
de andar.
No entiendo como no tienes cientos de seguidores y miles de comentarios. Escribes genial.
ResponderEliminarOye, pásate por mi blog personal que estoy comenzando una nueva historia que no será en nada parecida a lo que he escrito. Es privado y necesitaría tu correo electrónico para que puedas entrar.
Mi blog personal ya lo conoces, es loca-entre-cuerdos.blogspot.com
Saludos ^^