lovely, you are lovely.

jueves, 9 de agosto de 2012

Jacqueline es alérgica a la crema.

No entendía cómo la rutina había llegado a su vida. Ella, que siempre había discutido con aquellos que querían sentar la cabeza y con ello, sentar el corazón. ¿Qué es lo que la había impulsado a levantarse esa mañana a las 7 de la mañana para sentarse en la caja de aquel supermercado? Nada, sólo el horrible sentido de la obligación. Sólo el dinero, sólo el 'debo pagar a fin de mes'. Menos mal que aquel pequeño apartamento la gustaba, aquel falso techo, con el falso papel de flores que se caía a trozos. Aquél apartamento lleno de fotos echas con su pequeña Polaroid. ¡Oh, aquella cámara si que era su vida! Estaba vieja, y la pobre había tenido que ir al médico de trastos bonitos pero viejos, cómo lo llamaba su pequeña vecina de 5 años, más de tres veces. Pero era bella, y no porque fuera algo que no todo el mundo posee, era bella por su antigüedad, por las fotos que había hecho y los momentos que había vivido con su dueña.
Un nuevo cliente la quitó la pequeña felicidad que había evocado al pensar en su pequeña. Pasó los artículos por la cinta haciendo un pequeño repaso a la compra del impertinente que había hecho volver a la pequeña Jacqueline a la realidad. Tres manzanas, tres peras y una caja de fresas; vivía sólo pues era joven para tener un hijo y nadie compra un número impar de frutas si vive en pareja. Dos botellas de coca-cola, botellines de cerveza y una botella de vodka; era un despechado, nadie compra vodka si no es para ahogar las penas. Pasta de dientes, gel y ambientador, aquél hombre tenía toda la pinta de ser un soltero adicto a las páginas de porno gratuitas.
La pequeña cajera levanto la cabeza para confirmar que una vez más, había ganado en su juego, ése que se había inventado para que le trabajo no la matará la imaginación. Y se encontró con un... un... unos enormes ojos azules desgastados. Unos profundos y misteriosos ojos azules. Eso la enervó, ¡Ella siempre había creído en su poder de saber cómo era una persona! Y ese hombre la tenía desconcentrada.
Una vez su dulce voz dijo el precio, el hombre la dio un billete y soltó un leve:
- Quédese con el cambio.- Voz ni grave, ni aguda. Todo en una misteriosa linea invisible que no le hacía desentonar en el ambiente. Como sus sencillos vaqueros y su básica camiseta gris. Desapercibido. No cómo Jacqueline y su deslumbrante pintalabios rojo a juego con el traje rojo, blanco y azul del supermercado. Siempre siendo el centro de la mirada de los clientes, hasta la mediocridad de la sociedad sabía que aquella chica no era de ese lugar.
Y así se lo hicieron saber, cuándo el jefe la echó con unas breves palabras:
- Mi hijo tiene otro trabajo para tí. Algo dónde puedas encajar.
Ya volvíamos al problema que siempre había tenido.
Jacqueline no encaja con la gente normal. Jacqueline es un bicho raro. Jacqueline no es perfecta para sentar la cabeza, tener un hogar con perro y abuela que prepare bizcochos de crema. Pero las cosas simples no estaban hechas para Jacqueline, no, porque ella era alérgica a la crema.
¿Y ella cómo iba a encontrar al hijo del jefe? ¡Era especial no adivina! Se encerró en su apartamento escuchando a The Beatles, pero no en CD, en tocadiscos, dónde la música se escucha y se toca.
Unos sonoros golpes interrumpieron la calma que esas cuatro voces la trasmitían. Abrió la puerta con el carmín corrido y la expresión de una niña enfurruñada. Era el tipo misterioso del supermercado, ¡seguro que era un enfermo! ¡ Había olido su olor y la había seguido! La pequeña J recordó una película dónde eso pasaba. Cállate, se auto-ordenó- acabarás loca.
- Soy Héctor, el hijo de Santiago-. Cón que el tipo que compraba tres manzanas era el hijo de su jefe. De su ex jefe-. Estoy empezando un nuevo proyecto y quiero que formes parte de él.
- ¿Sobre qué? ¿Una nueva cadena de supermercados?
El hombre de los ojos azules se río.
- No, es sobre fotografía. Veo que tiene una Polaroid, mi padre me ha hablado de usted y las fotos que hace a la gente que pasa por sus cajas. ¿Que intenta reflejar en sus fotos?
- Los sentimientos de una persona.
- ¿De ese momento?
- De ese segundo.
- Es usted jodidamente perfecta para el puesto. - La cogió del hombro. Jacqueline sentía que las rodillas se convertían en goma. Olía a hombre, no a colonia cara, no, a hombre.
- ¿Pero que puesto?
-  ¿Usted quiere ser fotógrafa?
- Amo la fotografía, no sé si al ganarme la vida cómo tal la amaría igual.
- La amará, créame, porque no quiero que fotografíe personas, quiero que fotografíe sentimientos.
Jaqueline se quedó pasmada. Los sentimientos eran invisibles. Las fotos eran visibles. No cuadraba, el aura de ese chico que ahogaba sus penas en vodka no cuadraba.
- Pero, ¿Y eso cómo se hace?
- Con talento, pequeña, y sé que tu de eso tienes bastante.
- Apenas me conoces.
- Te sigo la pista desde hace varios meses, - hizo una pausa mientras la pequeña fotografa de sentimientos le miraba inquieto.- te conozco más que tú.
- ¿Eso es posible?
- Te he estado haciendo fotos.
Y ambos supieron el significado de aquella frase, porque nadie te conoce mejor que quien te hace fotografías cuándo no lo sabes. Cuándo para el tiempo en el segundo que tu sientes algo.
Por fin alguien había cambiado la crema, sí, a hora todo olía a sandía.
El resto es historia, y ella es leyenda.


Esta historia está creada y basada a partir de @madeinjacques. Persona que ha creado otro nuevo personaje en mi blog, por eso le he dado su nombre, y las gracias, porque gracias a los tweets que has escrito inconscientemente hoy me ha llegado la inspiración que hacia tres meses no me llegaba. Por fin no lleno una historia, si no por fin una historia me llena a mí. Y no es lamer el culo, es decir las cosas como han sido y como han ocurrido, ya que mi boca y mis manos siempre van a hacer lo que yo quiera, no lo que los prejuicios creen. De nada.

5 comentarios:

  1. Genial. Jodidamente genial. Adoro la historia, escribes genial! Sigue así, un beso y un abrazo aritsta!

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  2. Da igual el tiempo que pases sin escribir. Adoro como escribes y siempre lo haré.
    Eres jodidamente perfecta, Miau.
    Cuack, te quiere, y mucho.

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  3. Me da igual que hayas tardado 3 meses sin escribir (me esta pasando a mi, quela escritura me abandona). Me ha encantado, genial la historia, de verdad cuando te venga la inspiracion usala lo mas rapido que puedas y si escribiendo asi de bien. Te felicito

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  4. Enhorabuena Miss miau. Eh! Mira quien se digna a aparecer por aquí, desde su móvil nuevo, leyendo tu pequeña historia en letras minúsculas. Y aún así me ha encantado, no se quién es esa @msjacques, pero que siga inspirando así.

    Aún así te voy a dar unos consejos muy minis, porque la entrada es casi perfecta. Al principio, ccuando cuenta que Jacqueline trabaja para pagar la casa, quedaría mejor "llegar a din de mes". Y luego, cuándo ve al hombre en la caja se debería quedar "desconcertada", en vez de desconcentrada. Por último, en el diálogo hay un "tí" pero ti se escribe sin tilde. Por lo demás, es genial. Atrapa y engancha hasta el final y es una historia que bien podría ser el inicio de un libro muy interesante.

    Tu Sondra y sus momobesos.

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  5. *_______________* yo flipo contigo
    Me ha encantado :3

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