lovely, you are lovely.

martes, 20 de diciembre de 2011

Vías


Miró por última vez la cara de aquél hombre que tanta dicha y desgracia le había traído; sus ojos estaban hinchados, y su barba era de tres días, lo que le hacía más atractivo aún. Pasó la mano por los cabellos de él, revolviendo sus cortos mechones cómo cuándo acababan de hacer el amor.  Los labios le temblaban y para ella era difícil contenerse a estampar de nuevo su boca contra la de él, buscándole. Se miraban cómo desconocidos, se amaban cómo los personajes de esas películas que a él tanto le gustaban, en blanco y negro, hombre con pipa, mujer de cabaret. Ninguno quiere derrumbarse, prometieron ser fuertes, prometieron olvidarse, y nadie sabe si lo conseguirán. Los te quiero ya no son válidos, ella no dio la opción a quedarse, él no se lo pidió. Es el amor que mata de un golpe, pero se recompone con un poco de alcohol.
Y en aquella vía del tren dónde María cogió rumbo a Barcelona, sin billete de vuelta, dónde el mismo azar hizo que no se olvidara el uno al otro, y os preguntareis, ¿de qué manera? Fácil; metiendo a dos personas en la vida de ambos que, sin querer, no fueron ni la mitad de buenos que sus grandes amores.




Me
*MCH



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