lovely, you are lovely.

martes, 14 de febrero de 2012

Just say it.

Cómo el primer cigarro o el primero cubata. Más fuerte que la primera vez o el primer amor. La primera lágrima consciente, o la primera risa fingida. Cómo la primera vez que subes en avión sí, eso es, cuándo los oídos se te taponan y te duele la cabeza. Y ves el mundo pequeño, y tú rodeado de extraños chillando. Así es la primera desilusión. No habló de desilusiones cómo la de que Doraemon es un sueño, no. Hablo de desilusiones que te hacen caer en la cuenta de que la vida es menos rosa, que es menos transparente. La vida es opaca y cae por su propio peso.
Estefania, Fanni para los amigos, actualizó el blog con las palabras que acabáis de leer. Luego se tumbó en una cama que no era la suya y respiró hasta que el tabaco que había en aquel espacio empapó sus pulmones. Veía a Elisa andando por el pasillo, estaba borracha. Eran cuatro, pero esa noche Carla había salido con sus padres a ver a una tía abuela que vivía en las afueras. Las tres restantes, Elisa, Fanni y Elena, había pasado la velada en casa de esta última cómo solían hacerlo todos los primeros sábados cada dos meses: emborrachándose entre la intimidad que las paredes de la casa las acomodaba.
Eran perfectas, enserio, listas, guapas, envidiadas, adoradas, amadas, pero también eran demasiado raras, las cuatro. Quizás la palabra rara no suena como debería, diferentes, especiales, complejas. Difíciles de entender. Buscaban un más allá, un más acá.

2 comentarios:

  1. Me encanta esta entrada, en serio, pero me quedé con ganas de sabe qué desilusionó tanto a Fanni. Besos!

    Ah, por cierto ¡el concurso! termina el próximo martes, espero que participes :)

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